Golpe de calor en los perros y gatos

dog, puppy, pet-423398.jpg
El golpe de calor puede afectar muy negativamente a la salud y bienestar de nuestras mascotas.

El golpe de calor es un cuadro clínico grave, de riesgo vital y que requiere atención médica de forma urgente. Si bien es más común durante los meses calurosos, se puede presentar durante todo el año, y puede afectarnos tanto a nosotros como a nuestras mascotas.

¿Qué es el golpe de calor?

Por definición podemos decir que es un aumento de la temperatura corporal (hipertermia) por sobre los 40ºC, que no corresponde a fiebre, y que conlleva toda una variedad de signos sistémicos. Tanto la fiebre como el golpe de calor generan hipertermia, pero son situaciones muy diferentes en cuanto a sus causas, tratamiento y pronóstico. Por un lado la fiebre tiene un origen en enfermedades infecciosas o inflamatorias, y el paciente “no se siente acalorado”, en cambio, el golpe de calor se produce por un desbalance entre el calor producido/captado por el cuerpo versus el calor que es capaz de disipar, por lo que el animal afectado si se sentirá acalorado.

La termorregulación en nuestras mascotas

Los perros y los gatos, a diferencia de nosotros, cuentan con muy pocas glándulas productoras de sudor (glándulas sudoríparas), las cuales se encuentran ubicadas en áreas sin pelaje, tales como: almohadillas plantares, entre medio de sus dedos, y en su nariz. Por lo que resultan insuficientes para ayudarlos a bajar su temperatura corporal cuando hace calor, dependiendo entonces de otros mecanismos para enfriarse:

Evaporación: a través del jadeo, se evapora agua desde la superficie de la lengua, es una forma de termorregulación muy importante en perros. Es poco efectiva cuando la humedad ambiental es alta.

Conducción: ocurre cuando se transfiere calor por contacto de un objeto a otro. Un ejemplo de esto es cuando las mascotas buscan superficies frías sobre las que acostarse, usualmente apoyándose sobre su abdomen.

– Convección: sucede mediante el movimiento de aire por sobre el cuerpo de un animal (en este caso), como podría ser el viento proveniente de un ventilador. Es una forma muy importante de bajar la temperatura en los cuadros de golpe de calor.

Radiación: es el calor disipado por los cuerpos hacia el ambiente. Esta forma de enfriamiento baja su efectividad cuando la temperatura ambiental iguala la temperatura corporal.

En cuanto a la severidad del cuadro clínico de las enfermedades producidas por calor, podemos dividirla en tres etapas ordenadas según gravedad:

1. Estrés por calor: en esta etapa tu mascota tendrá aumento de sed, y jadeo. Mentalmente se encontrará bien. La temperatura corporal aún estaría dentro del rango normal, pero el animal se sentiría acalorado.

2. Agotamiento por calor: es una forma más severa del estrés por calor, en esta etapa vemos un aumento significativo de la sed, debilidad general, y jadeo intenso. Si bien, el animal se encuentra normal mentalmente, puede ser que camine de manera descoordinada (como si estuviera “borracho”) o estar demasiado débil/cansado para reaccionar o desplazarse, incluso podría desmayarse. La temperatura corporal puede estar normal o levemente aumentada.

3. Golpe de calor: es la forma más severa de hipertermia, ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40ºC. Cuando se alcanzan los 41ºC se puede comenzar a tener mal funcionamiento del sistema nervioso central y falla de distintos órganos. Si la temperatura alcanza los 43ºC habrá daño severo de órganos, alteración irreversible de las proteínas que conforman las células, y alto nivel de mortalidad. Si la temperatura corporal alcanzara los 49-50ºC la posibilidad de colapso total es muy alta.

Existen dos tipos de golpe de calor, según su origen. Por un lado tenemos el golpe de calor por esfuerzo, que se produce por ejemplo cuando un animal está haciendo ejercicio, sobre todo si no está acostumbrado a la temperatura ambiental que hay en ese momento (que podría no ser particularmente elevada). Hay que tener presente que un perro puede demorar hasta 60 días en adaptarse a un clima más caluroso, ya sea por cambio de estación, o por viaje. Por otro lado tenemos el golpe de calor “clásico” (que no es por esfuerzo), que ocurre cuando un animal es expuesto a una elevada temperatura ambiental sin contar con medidas adecuadas de enfriamiento, un ejemplo de esto sería una mascota que es dejada dentro de un auto estacionado, encerrada en una casa calurosa, o restringida a un patio sin agua y/o sombra.

Una humedad ambiental alta, y un flujo de aire o ventilación inadecuados, son situaciones que aumentan la probabilidad de que se genere un golpe de calor.

Si bien cualquier animal puede presentar el cuadro, existen factores de riesgo tales como:

Raza: los perros y gatos de razas braquicefálicas (de cabeza corta o “chata”) tienen 150% más probabilidades de presentar golpe de calor en comparación con los animales no braquicefálicos, esto debido a que no son capaces de mover suficiente flujo de aire durante el jadeo, ya sea por estrechez de sus vías aéreas, o por obstrucción de las mismas, provocando un jadeo inefectivo para refrescarlos. En ellos también es muy común el síndrome braquicefálico, lo cual empeora toda la situación. Ver blog: síndrome braquicefálico

Edad: animales muy jóvenes o muy viejitos están más predispuestos

Perros extremadamente activos, trabajadores o cazadores, como por ejemplo perros pastores y retrievers.

Tipo de pelaje: los pelajes más largos y gruesos ayudan a retener calor, muy útil en climas fríos.

Sobrepeso y obesidad

Enfermedades cardiacas

Enfermedades respiratorias (parálisis laríngea, colapso traqueal, obstrucción de vías aéreas, entre otras)

Enfermedades neurológicas

Animales deshidratados

Animales que hayan sufrido previamente golpe de calor, o enfermedades provocadas por calor.

Signos y síntomas del golpe de calor

– Temperatura corporal elevada

– Inquietud o agitación

– Jadeo excesivo

– Dificultad para respirar

– Respiración ruidosa

– Babear (usualmente saliva muy espesa)

– Cambio en el color de las encías: tempranamente se ven rojas brillantes, pero posteriormente pueden ir cambiando hacia otros colores también anormales.

– Nauseas

– Vómitos y/o diarrea: pudiendo muchas veces contener sangre fresca (roja) o sangre digerida (negra), incluso trozos de pared intestinal.

– Aumento de la frecuencia cardiaca

– Colapso

– Mareo

– Debilidad

– Dificultad para caminar en línea recta

– Desorientación

– Aparición de moretones en piel y/o encías

– Sangrado nasal

– Confusión

– Delirio

– Tremores musculares

– Convulsiones

– Inconciencia

– Muerte

En los gatos este cuadro clínico es mucho menos frecuente que en perros, pero de todos modos lo pueden presentar. En ellos podemos ver algunos signos adicionales a los listados anteriormente:

– Lavarse excesivamente (acicalado excesivo): para intentar enfriarse

– Disminución en la producción de orina

– Comportamiento de intranquilidad (en busca de lugares fríos)

– Respiración rápida

– Jadeo: la respiración con la boca abierta NUNCA es normal en gatos, siempre debe ser considerado un signo de alerta.

Tratamiento del golpe de calor

Lo más importante será reconocer el cuadro de manera temprana, para comenzar a enfriar a tu mascota. Si detectas alguno o varios de los síntomas antes mencionados, debes dejar de hacer la actividad física que podrías estar realizando con tu mascota (en caso de estar jugando o haciendo ejercicio), llevarla a un lugar fresco y a la sombra, o a un sitio interior donde llegue luz solar de forma directa, e idealmente con aire acondicionado. Ofrécele agua fresca por si quisiera tomar (pero no la obligues) y que descanse. Luego, debes mojar a tu mascota, con agua fría de la llave (no uses hielo ni agua refrigerada), puedes colocar gel packs fríos envueltos en toalla de papel en ingle y axilas. No envuelvas a tu perro o gato en toallas húmedas, porque esto evitará que escape el calor. Coloca un ventilador hacia su pelaje (que ahora está húmedo) para promover el enfriamiento mediante convección. Si se encuentran en un auto en movimiento puedes abrir las ventanas, o mucho mejor, encender el aire acondicionado. Lo ideal es que cuentes con un termómetro para uso rectal, y así puedas ir evaluando su temperatura, ya que, si bien necesita ser enfriado, tampoco queremos enfriarlo en exceso, así que lo recomendable es ir midiendo su temperatura cada cinco minutos hasta alcanzar los 39,4ºC, momento en el cual debes dejar de enfriar activamente a tu mascota. Recuerda que independiente de todo esto, debes llevar a tu animal de compañía rápidamente a una clínica veterinaria, para realizar el tratamiento posterior.

Es conveniente llamar a la clínica para informar la situación y que así puedan prepararse para la urgencia. El tratamiento médico veterinario en estos casos, además de enfriar al paciente si aún fuera necesario, podría incluir lo siguiente:

– Oxigenoterapia

– Fluidoterapia (colocar suero por vía venosa)

– Monitoreo de signos vitales

– Exámenes de sangre

– Exámenes de orina

– Hospitalización

– Medición de producción de orina

– Uso de medicamentos tales como: antieméticos (para evitar nausea y vómitos), protectores de la pared gástrica y antiácidos, antibióticos (por el daño de la pared intestinal), anti arrítmicos (de ser necesarios), analgésicos, diuréticos (en caso de edema cerebral), anticonvulsivantes, entre otros.

– Transfusión de plasma o de sangre (en caso de presentar problemas de coagulación)

– Sedación o anestesia general

– Colocación de tubo endotraqueal (para que pueda respirar)

– En casos graves, es probable que requiera hospitalización por tres a cinco días (en algunos casos más).

Pronóstico del golpe de calor

Dependerá del grado de hipertermia alcanzada y su duración, a mayor alza térmica y mayor duración, peor pronóstico. En un estudio se demostró que los pacientes que son enfriados activamente previo a llegar a la consulta médica, tenían una mortalidad de un 19%, versus la mortalidad de un 49% que tenían los pacientes que no fueron enfriados previamente.

Prevención

– Mantén a tu mascota hidratada y a la sombra

– Si tienes aire acondicionado, que tu mascota esté dentro del área climatizada

– Pasea a tu perro temprano en la mañana o tarde por la noche

– Ejercita a tu perrito sólo durante las horas más frescas del día

– Evita que tu mascota camine sobre superficies calientes, si el piso está muy caliente como para que tú camines descalzo, entonces está muy caliente para que tu animal de compañía camine sobre él.

– Nunca dejes a mascotas solas dentro de un vehículo. La temperatura dentro de un auto puede aumentar a un nivel peligroso en tan sólo 10 minutos aun estando con la ventana abierta, aun si consideras que “el día está templado y no caluroso”. Hay casos de perros que han presentado golpe de calor en tiempos tan cortos como 15 minutos, especialmente de razas braquicefálicas.

– Aclimata a tu perro a temperaturas cálidas por dos meses

– Evalúa con el médico veterinario de tu mascota la posibilidad de realizar un tratamiento quirúrgico para las obstrucciones de vías aéreas superiores (masas, síndrome braquicefálico, parálisis laríngea).

– Ofrécele premios congelados

– Existen platos congelables para mantener el agua fría, también puedes agregar hielos a su agua de bebida

– Hay vestimenta y camas especiales para mantener fresca a tu mascota.

– Si tienes mascotas enjauladas, como aves o pequeños mamíferos, recuerda reubicar su jaula durante la época calurosa, si fuera necesario, a un área más fresca y ventilada, con sombra apropiada.

– Siempre debes estar atento ante los síntomas de golpe de calor, porque cada minuto cuenta.

¿Necesitas reservar una hora médica?

Nos ubicamos en Av. Brasil 7792, Renca

Llamadas : 📞 22 839 90 59
WhatsApp📱 + 56 9 9001 49 54

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *